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| Semana | Peso | Pecho | Cintura | Cadera | Muslo |
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| W01 | -900grms | -4cm | -2cm | -1cm | -1cm |
He perdido 900 grms, muchos centímetros de pecho, un par de cintura, uno de cadera y uno de muslo. Podría haberlo hecho mejor, de hecho, durante la semana, he llegado a pesar menos. Pero llegó la gripe. No me he saltado la dieta pero he tomado tal cantidad de Strepsils que esta mañana me daba miedo pesarme. Gloria me dijo ayer que no me preocupara, que seguro que no salía tan mal después de todo. Tiene razón. Al menos he perdido. Hubo un momento que parecía que tragar saliva era como tragar mil cuchillas de afeitar. Necesitaba los Strepsils.
La dieta la he llevado más o menos, comiendo casi siempre más de lo que debía, sobre todo en la merienda. Pero ayer ni cené porque me encontraba fatal, y hoy desayunaré por eso de alimentarme, no porque tenga hambre (sigo con la gripe). En mi experiencia, por mal que hagas la dieta la primera semana, es la semana que mejor lo haces paradójicamente. Tengo unos apuntes día a día de cómo ha ido, salvo en los días de la gripe. Incluyendo mi frustración por no cenar en un restaurante Michelín.
Lo de andar, empezó bien, pero luego me dio un tirón en el pie, y luego me vino la gripe. Es la peor parte con diferencia. La semana que viene lo haremos mejor. Tenemos que hacerlo mejor, de hecho.
Esto se aleja mucho de la temática del blog normalmente. Pero curiosamente, entre apuntes de dieta, hablo de Unai, de Chechu y de Velina. Unai es un chico que me llama la atención por lo sorprendentemente machista y retrógrado que es. Le gustan los beneficios de feminismo cuando consisten en que él no tiene que invitar siempre, pero los odia cuando consisten en que cobren lo mismo. Busca chicas sin demasiadas reclamaciones feministas, pero cuando luego le exigen matrimonio a cambio de su virginidad, se escandaliza. "¡Cómo! ¿Que quieres jugar por las reglas antiguas para todo?".
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Ayer fue un día de sentimientos encontrados. Por la mañana hice la dieta más o menos bien, el almuerzo fue de una ansiedad sin parangón (pero bien, y al final hasta me sobró ensalada). La merienda fue peor. Digamos que merendé cuatro o cinco veces lo que tenía que haber merendado. Como aquello no tenía pinta de acabar (la ansiedad por comer), me fui a andar a hacer los intervalos.
Las cápsulas no me han modificado el sueño. Pero me duelen las caderas, eso me suele pasar cuando pierdo peso. Tengo la sensación de que es demasiado pronto para sentir ese tipo de cosas.
La famosa energía de las cápsulas sí la he notado. Ando, pienso y trabajo notablemente más rápido, y no tengo ganas de echarme siestas.
La primera noche fue horrible, antes de empezar. Estaba tan nerviosa que me desperté varias veces durante la noche. Hoy, sin embargo, he dormido remarcablemente bien.
Mañana tengo una inspección y hoy duermo fuera de casa. Es como una prueba de fuego de lo que va a pasar con la dieta en mis líos diarios. No creo que debiera haber ningún problema. El batido lo puedo llevar, y el almuerzo (proteína más ensalada o verdurita) debería ser fácil de suplir en las cantinas normales de Dinamarca. No tanto en las de UK o Alemania, pero esas son las menos.
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Ayer fue regular. Una barrita de proteínas de más durante la merienda y algunos frutos secos con el batido, tanto mañana y noche.
En el lado positivo, en Lolland me estoy quedando en un hotel con una estrella Michelín, y no bajé a cenar y me tomé mi batido. Teniendo en cuenta que me saldría gratis y todo, sólo me puedo poner punto positivo. Y con la nevada que está cayendo, tampoco dejé de ir a dar la caminata. No me costó mucho. La vitalidad está ahí, sigo sin tener sueño durante el día, y caigo rendida por la noche. También lo noto cuando acabo de comer, que nunca he limpiado los platos porque estoy baja de energía, y por un par de días, los he lavado sin pensarlo demasiado.
De cualquier manera, son los fines de semana cuando guarreo más con la comida. Entre semana tengo que estar muy aburrida para pensar en comer, y normalmente lo soluciono con infusiones. Los fines de semana lo intento, pero regular. El agua con gas me ayuda también.
Resulta extraño viajar con la batidora. Me tengo que comprar uno de esos cacharros que sirven para hacer espumita en la leche, que también sirven para batir. Pero tengo muchos gastos últimamente, y también tengo que pensar en ahorrar.
He tenido el sueño más extraño esta noche. Encontraba otro curro, en la empresa de directa competencia. Era mi primer día y me enseñaban la oficina, y yo sólo podía pensar que no podía estar allí, que había dejado mi proyecto a la mitad, que cómo se iba a terminar ahora, que tenía que volver a mi empresa. Unai también estaba allí (porque él trabaja allí, jeje) y decía que el proyecto aquel ya no era mío, y que me dejara de preocupar.
¿Cómo puede convertirse un primer día de trabajo en una pesadilla?
Luego nos montábamos en un autobús, y el niño de “Médico de Familia”, pero crecidito (Chechu creo que se llamaba, al menos en el sueño se llamaba así, oh casualidad) se sentaba conmigo porque no tenía ni idea ni de danés ni de inglés.
Acaban de traer el pan del desayuno para la reunión
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Nada de desayuno en el hotel, nada de desayuno en la reunión. Para el almuerzo tuvimos smørrebrød. Quité el pan, la mayonesa y me quedé con una pírrica porción de pastrami y dos hojas de lechuga.
Las avellanas de la merienda y de la media mañana no estuvieron mal, pero la cena lo pasé verdaderamente mal (con el restaurante de una estrella Michelín y yo con un hambre considerable). Se me pasó, claro, pero no podía dormir bien de ninguna manera. Me tomé el resto de las avellanas (hoy tengo que comer los kiwis, pero no tengo cubiertos, así que sospecho que en la media mañana tendré que apañar algo).
Hablando con Velina de esta historia, me dijo que tenía que probar a llevarme un bowl con huevos duros y una ensalada. Le dije que me parecía un poco locura meterlo en el avión, y me dijo que lo facturara. Quizás lo haga. Ya llevo una batidora de todas maneras, qué más da llevar otra locura más.
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Ayer seguía con hambre. A media mañana fue un bote de fruta del 7-Eleven, y como seguía con hambre, una barra de proteína.
Cuando llegué a casa (tarde) por fin pude almorzar, todo legal y perfecto. Pero por fin se acabó el hambre, y hasta me quedé dormida. La merienda me la salté y la cena fue correcta. Probé por fin el batido de vainilla, que no está tan mal como dicen.
Esta mañana me he pesado, y he perdido peso, pero nada tan espectacular como dicen en el grupo de Wasap. Pero si se mantiene, a mí me vale, tampoco lo estoy haciendo tan estricto.
Ayer hablé con Gloria, y ella dice que se hubiera saltado la dieta por la estrella Michelín. Bueno, pues minipunto para mí.
Las caminatas se han parado debido a una contractura en mi pie, pero hoy se reinician. Venga, vamos caminando.
