31/Agosto/2010

Querido diario:

Bueno, el mexicano que se dedicó al acoso y derribo consiguió lo que deseaba, o tal vez no. De cualquier manera, nos liamos por fin, después de casi dos años de persecución. Le dije en la mejor de mis versiones, que si estaba seguro, que yo no deseo nada, que puedo liarme con otros y que de hecho, lo hago.

Él, orgulloso, dijo que yo no le conocía en realidad. Que a él no le importaba.

El problema es que mientras más malas somos, más caso nos hacen. Mola buscar el imposible.

Pero, acaso, ¿no se me puede achacar el mismo pecado a mi? Ese chico, que era tan majo, tan lindo, tan .... MONO .... No le vi de esa manera, no fue lo suficientemente malo.

Y sin embargo, ese, que no vale ni dos duros, que me chuleó, que me dirigió, ese que decidió por mi sin haberle dado explícitamente esa libertad. Ese que con una sola mirada me rompía el corazón. Ese fue el que me erizaba la piel.

Algún día contaré la historia de la pelirroja y Marco y una noche de Savoy.

En fin, que el mexicano se ha ido hoy contento a trabajar. Aunque a él, yo creo, no sabría si encuadrarlo entre los malotes o los monísimos. Ya se verá.

Besos a tod@s.

Arena, me vas a matar

Sí, sí, Arena me va a matar. Por resucitar nuestro blog, que no debería hacerlo bajo ningún concepto.

Sobre todo porque con la relación que empezó todo esto, las relaciones, pero sobre todo la mía, terminó mal.

Pero estuve releyendo su post sobre la ruptura, y he pensado en la mía, y he pensado que ni siquiera me han dado la oportunidad de tener una ruptura decente.

Porque en vez de decirme oye, que nos vamos a dejar de liar, me ignoraron cuando antes hablaba con él todos los días, y luego quedamos, y me dice que tiene una buena noticia, que deberías alegrarte por él, porque él se ha echado su novia.

Y que no tiene que darme explicaciones! Pero que es así de condescendiente.

Tú intentas comportarte como una zorra, pero ves que ya todo está perdido. Ya no merece la pena ni siquiera mantener la amistad, porque no quieres ser su amiga, coño. Que lo piensas claramente, y tampoco es que quieras ser su novia, porque es un cabrón con encanto, y poco más. Incapaz de hablar de cine de forma decente, incapaz de leerse un libro completo, se aburre en los museos, quiere tener hijos como quien tiene conejos... No, no quieres ser tampoco su novia.

Ni para atrás ni para delante, ese es el problema.

Pero te has acomodado a alguien que te acurrucaba por las noches.

Y dices, por qué no amiga? Y te acuerdas de que en el último mes no has sabido de él, porque él estaba súper ocupado queriendo a su nuevo amor. Y de pronto, te acuerdas de que en su lista de prioridades, está, él, él y él, su madre, el fútbol, las cervezas después del fútbol, sus amigos puritanos que le miran mal a él y a ti, y luego, tú.

Y no te sientes con fuerza de soportar una amistad en el que encima de toda su lista de prioridades, va a poner a su novia (¿en qué puesto? en realidad, da igual, sólo es que tu pasas del séptimo puesto al octavo).

Por Dios bendito, tú que has renunciado a tantas cosas.

Y de pronto te has convertido en la zorra que querías fingir que eras. Empiezas a ser bicho con los tíos, a utilizarlos, a hacerles sufrir. A hacerte desear. Y lo peor, a disfrutar con ello.

Ahora ya no soy una oveja con piel de zorra. Ahora soy una zorra con piel de oveja. Es fácil ser dulce y cariñosa y luego poner los ojos de preocupación y decir, oye, hablamos de tener una relación abierta, nunca te mentí, yo no quería hacerte sufrir.

Hasta cuándo? Hasta que me aburra, claro. Pero no creo que eso pase en un tiempo breve.

Arena decía que no es que con él tuviera un suelo firme, es que había aprendido a andar sobre suelo escurridizo. Él se sonreía y decía que el problema es que para mi siguiente relación yo iba a estar muy resabida.

No me sale bien la cuenta de la vida

O me sobran noches o me faltan días

Todos los minutos que no he "estao" contigo

Ahora son demonios que viven conmigo

Cal