15 marzo 2014

La Iglesia te busca trabajo... hasta fuera de España.

    Por donde andas
    pues en Escocia, a punto de volverme a Dinamarca
    con resaca porque ayer nos fuimos de despedida, ya que me voy
    Joe que guay,yo también tengo intención de moverme
    suerte
    Si, no me queda otra, a ver si en la uni que es de la iglesia me hechan un cable

  • y qué tiene que ver que sea de la iglesia?
    al fin y al cabo, a donde tú quieres ir, son países protestantes
    de hecho, te sorprendería lo que cambian el discurso los curas cuando viven en otros países
    en Dinamarca, aunque hay colegios católicos privados, ni se les ocurre hacerlos masculinos o femeninos y ni de coña se les ocurre no aceptar protestantes o musulmanes
    son infinitamente más tolerantes y hasta no arremeten contra cosas que en España sí hacen
    Bueno por tema de contactos y eso
    viaja y te sorprenderás mucho mucho mucho

    Eso quiero moverme
    Jaja

No lo entiendo... no es que tenga fe en dios (que ya sería raro), es que cree que estudiando Magisterio de la Iglesia la misma Iglesia le encontrará trabajo y fuera de España.

No lo entiendo, y me frustra. Me frustra sus faltas de ortografía acojonantes, me frustra que vaya a terminar Magisterio.

Me frustra de la misma manera que Ana me frustra a su manera. Me disgusta muchísimo escuchar mentiras tan estruendosas, que huelen a mentira, que saben a mentira, y que los demás se las traguen porque confían 120% en la persona que se lo ha dicho.

En el fondo, la culpa no es del que miente, coño. Estas personas se tragan cualquier cosa. No es que a mí no me hayan engañado nunca. Me ha dolido tantísimo cuando ha pasado.

No puedo comprender por qué la gente prefiere creer una mentira optimista en lugar de aceptar la realidad y empezar a trabajar por una solución factible y optimista. Hay personas que quieren que les saquen las castañas del fuego. Cuando alguien les promete que lo va a hacer por ellos no necesitan nada más en el mundo.

01 marzo 2014

Adios brujilla

M. es una señora que debe estar a punto de jubilarse y que es de otra época. Yo la disfruto porque me resbala mucho lo que vaya diciendo. Pero es bruja bruja bruja, ni las monjas del colegio se le podían comparar.

Al segundo día de empezar a trabajar aquí me llamó la atención porque se me habían visto las piernas al vaciar el cacillo del café, trabajando "con hombres" debía procurar no usar vestidos ni faldas. Odio los pantalones desde que dejé España, los pitillos me hacen sentir fatal, los pirata es más de lo mismo, y el resto sirven para barrer nieve/lluvia. Por consiguiente, uso vestido casi todos los días.

Al día siguiente le hice caso, y se me acercó y se regodeó en su triunfo. Nunca más. Este año me he puesto menos pantalones que cualquier otro año.

No soy tan presuntuosa para creer que es ridícula solo conmigo. En un viaje a un lugar habitual donde la compañía tiene apartamentos para cuando vamos, una chica tenía que ir con su jefe. No consintió que durmieran en el mismo apartamento (con dormitorios separados), porque él era un hombre casado.

A la misma chica no le permitió alquilar un coche a cargo de la empresa porque nunca había conducido por la izquierda (era griega), y tuvieron que hacer un viaje de 6 horas en tren tres personas, con el consiguiente gasto en dinero y en tiempo. Aunque no iba conmigo, me rebelé y me compré el coche. Lo dije bien alto en la oficina, y M. se me acercó y dijo, "Claro, que tú ya habías conducido por la izquierda", "¿Yo? Nunca." Apretó los dientes y se retiró.

Me voy, y me pilló en el office con la de recursos. Me dijo alegremente que no me iba a echar de menos porque soy muy silenciosa. Hasta la de recursos, que no está nada contenta con mi decisión, se escandalizó y salió a decir que mi trabajo era brillante y que era una gran pérdida para la empresa. M., indolente, dijo que de eso no sabía nada, pero que al ser tan tranquila, ella no notaba (ni notará en adelante) si estoy o no.

Adiós, yo tampoco te voy a echar de menos.