01 septiembre 2017

Pues no era tan OVER

Ha pasado más de un mes. No sé si podré contar todo lo que ha pasado en este tiempo.
Al día siguiente del último post fue mi cumpleaños. Cenamos en el nuevo restaurante de al lado de casa una amiga, un amigo y yo. Cuando salimos yo estaba al teléfono con una felicitación. Él se acercó y habló con mis amigos, para cuando yo colgaba estaba volviendo a su sitio. Así que le llamé. Que donde iba. Yo estaba muy seria y él distante. Le dije "Ven aquí ahora mismo". Me señalé un lado de la cara y "¿Dónde está mi beso de cumpleaños?". Vino galopando, cantando cumpleaños feliz y me dio un abrazo que me levantó del suelo. Me dio un par de besos muy cariñosos. Esa noche vino al balcón media docena de veces con las excusas más fugaces.
Al día siguiente, aun mi cumpleaños hice reunión de amigos en casa con cantidades ingentes de comida. Cuando se fueron le bajé tarta y algunos dulces en un tupper. Estaba nervioso y agitado. Me había dicho que me debía una cena. Intenté quedar con él. No entró al trapo. Al salir del curro se iba de vacaciones una semana. "Vacaciones" porque iba a trabajar a otro sitio.

Fue una semana de mierda en que le eché de menos. El martes siguiente volvió de sus vacaciones. Un poco revuelto. Me contó que el último día tuvo un problema con uno y tuvo una pelea (parte de su trabajo). Era mal día para que le tocaran los cojones. Su chica acababa de romper con él por whatsapp y estaba cabreado. Me contó que quedó con ella el día anterior cuando volvió de su viaje. Al llegar ella le comió la boca. Hizo como que no pasase nada. Pasaron la tarde juntos y al dejarla en casa, le dijo que no la llamase. Que habían acabado. Me preguntaba si era normal. Continuó diciendo que había hablado con ella ese día. Que estaba confuso y creía que estaba jugando con él, que qué pasaba y que si se podía arreglar. Ella dijo "Es lo que hay". Y ahí él cambió de opinión. No se trata así a alguien a quien has dicho 'te quiero'. Me preguntó mi opinión. Le dije que no la conocía y no sabía qué había pasado, pero que no era normal, que no se trata así a alguien que te importe y no se dice eso a nadie a quien tengas cariño. Mucho menos si le quieres. Que no sabía qué pasaría en adelante pero que no me preguntase nunca si debía volver porque creía que se merecía algo más. Dijo que no. Que se había acabado. Que ahora haría su vida. "Pues si vas a seguir con tu vida, me debes una cena" "Lo sé" y me sonrió con toda su cara.
Esa noche hablamos varias veces. De tatuajes, de mil cosas. En una de éstas le pedí su teléfono para que me mandase por whatsapp una imagen de un tatu del que hablaba. También le pedí el facebook.
Para lo que soy yo, esa noche hice un exceso de valentía. Yo soy una cobarde. Nunca hago esas cosas.
Después de eso le salió una herida en la sien, en el nacimiento del pelo. Por esa herida se le hinchó la cara y resultó ser un herpes que le había pegado alguien que se coló en su cama (a dormir y mientras él no estaba) durante sus vacaciones. Estuvo varios días ingresado en el hospital. Y yo escribiéndole preocupada por cómo iba. Le dieron el alta y volvió al trabajo.
Uno de esos días estaba preocupado. Pasó el día jodido. Un amigo le había prestado pasta sabiendo que tardaría en devolverla y le exigía que le diera el resto o le haría daño donde más le duele. Eso no es a él. Es a su hija. Ese tema quedó más o menos resuelto cuando quedó con él y después de unas tortas rompió a llorar y le contó lo que había pasado para que tuviera que pedírselo. Le ayudó con su problema.
Con todo esto hicimos más confianza. Me contó cosas de su pasado de las que se arrepiente y que le castigan cuando está jodido. Eso se notaba. Soltaba frases como "tú no me conoces mucho pero hay cosas en mi pasado que..." se mortifica por esas cosas. Yo también le conté cosas. Pocas.
Después de eso intenté distanciarme un poco y unos días sí que he estado más fría. Son problemas no relacionados con mi mundo y no quiero eso cerca. No quiero tener que preocuparme por si algún "amigo" suyo nos amenace.
Luego ha estado cauto. Pero cariñoso.

El otro día fui al cumpleaños de un amigo y a las 2 de la mañana me mandó un whatsapp diciendo que no me había visto en toda la noche. Que saliera a verle. Se me hizo el culo agualimón, la verdad. Le dije que no estaba en casa y que me vería en un rato.
Le vi fugazmente y le di un abrazo rápido.  No le daba uno desde el día que me contó lo de las amenazas. Yo había estado más distante, y él no había venido apenas a la terraza. Pero seguíamos hablando.
Al día siguiente estuvimos hablando por whatsapp solo. Los domingos tiene mucho trabajo y no es práctico que yo baje y él no puede venir.
Le conté que había soñado que había vuelto con su ex y le pregunté qué había pasado con ella. Me dijo que a veces le llamaba para saber qué tal estaba. Le dije que me parecía mal. Que cuando yo rompía ponía distancia o mantienes a la otra persona jodida. Que se merecía más. Que se buscase a una que bebiera los vientos por él, que tenía el guapo subido, y el mundo le debía una compensación por su verano de mierda. Me dijo que estaba tonteando con una chiquita. Me puse el traje de amiga y le dije que no lo sabía y que me lo contase todo. De qué la conocía, si le seguía el rollo...
Me dijo que la conocía de la discoteca. Que un día estuvieron hablando y congeniaron. Estuvieron tonteando algo pero cuando él había empezado con su ex y le dijo que estaba con alguien porque se sentía mal así que se distanciaron. Cuando volvió de sus vacaciones le vio tristón y le preguntó. El le contó que habían roto y llevaban hablando desde entonces. Sólo eso, hablando, pero que a ver dónde le llevaba eso.
Le dije que tener a alguien que le hiciera ilusión le ayudaría a olvidar a la otra. Y que esa sensación molaba.
A día de hoy no sé si se refería a mi. La historia podría ser la nuestra. Pero por cómo lo dijo me inclino a pensar que hay otra. El lunes y el martes no le escribí. No sé si pensaba que la había cagado pero cuando vino a trabajar el martes volvía a estar cauto. Le conté por whatsapp que tenía un mal día. El día antes me dijeron que iban a operar a una amiga de neurocirujía y estaba preocupada por ella. Que me había pillado blandita y llevaba dos días malos. Era verdad. Pero estaba blandita por que no sabía si había otra. Me intentó consolar y que no me preocupara. Pero me dejó espacio.
Al día siguiente, ya en el trabajo, me preguntó que como estaba mi amiga. Le conté que todo había ido bien y que volvía a ser yo. Que mi amiga estaba bien y tenía menos secuelas que la última vez. Bajé a estar con él un rato y estuvimos hablando más de una hora. Estuve muy a gusto y cómoda. Como antes de lo de las amenazas. Me contó cosas personales y yo a él. Vamos haciendo confianza. Hubo sendos abrazos cariñosos con beso en la mejilla. Apretando el abrazo. Me encanta. Y como huele.

Pero sigo sin saber si hablaba de mi con lo del tonteo. Y eso me tiene en un sinvivir.

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