17 junio 2017

Salir de la zona de confort ¡AY!

Bueno, son las 4:21 de una noche de viernes. Llevo con un insomnio, o parecido, unos 10 días. Coindice con que me estoy encaprichando de otro tío. Ay... Qué petarda me resulto a veces.

El otro día le contaba a Cal que últimamente hablo más con el portero de una discoteca de mi calle. Nos conocemos por las broncas que se montan aquí con los borrachos de su bar o el siguiente de la calle.
Hace un tiempo hubo una bronca en la que unos borrachos montaron una buena. Y la tomaron con los porteros. Ya no recuerdo por qué surgió, pero recuerdo que salí a la ventana por que alguien tiró el contenedor de mi portal entre gritos. Le vi coger una lata de cerveza de las grandes, pisarla, romperla y decirse a si mismo "con esto le corto el cuello". Vino la policía y se disipó el fregado. En un momento dado una agente, también debajo de mi ventana, hablaba con el puerta. Que qué había pasado. El chico le contaba como surgió, que le habían amenazado y fueron a por él y su compañero. Ella le dijo que si quería denunciar. Y él contestó que era su palabra contra la del agresor. Ahí hablé yo. "Yo lo he visto. El chico con la camiseta tal ha tirado mi contenedor, ha cogido una lata.... Si lo que necesitas es un testigo..." La agente dijo algo como que eso no pasaba siempre. Que si quería, eso pesaba. El chico no quiso denunciar. Era el día a día de su trabajo. Cuando se fueron, me dio las gracias. Poco a poco hemos ido saludándonos, hablando algo... en las broncas que hay a veces bromeamos.

El otro día volvía yo de cenar con unos amigos, día entre semana y tranquilo. Cuando llegué a mi portal me saludó y me acerqué. Entre quetalanoche y otras cosas, no se cuánto pude estar hablando con él. Quizá un par de horas. A diez metros de mi casa y con las llaves en la mano. Es divertido y muy entretenido hablar con él. En esto que llegó J, que se había quedado con uno de los amigos y estuvieron tomando algo por ahí. Cuando iba a abrir el portal, le llamé. Se iba a preocupar si subía a casa y no me veía xq me había ido en moto hacía dos horas. Se acercó, saludó sonriente, y dijo que no sabía que estaba ahí. Le dije que estaba rajando con I y ahí estábamos, pasando la noche. Estuvimos hablando los tres un rato más pero al principio la energía cambió. I estaba más en guardia y más separado. Debe pensar que J es mi pareja o algo.

En fin, que cuando salgo a la terraza me saluda. A veces se acerca y hablamos en un estilo muy Romeo y Julieta estando yo en mi balcón y él en la calle. Pero sin romanticadas, luces por la ventana o suicidios. Me saluda cada vez que me vea en la terraza aunque ya me haya saludado un rato antes.

Y yo, que soy muy mía, ya pienso más en él que hace un mes. Si es que no hay como que me hagan caso.

Pues hoy, con la calorina que esta haciendo en Madrid, estaba yo sentaba en la terraza, xq se estaba mejor que dentro. Me he hecho un cigarro y me he puesto de pie. Por que no soy tonta y sé que es como se me ve. Se ha acercado y se ponía la mano en el labio. Resulta que lleva todo el día con el labio hinchado. Se ha levantado así y en el hospital ni le han atendido. Le he ofrecido una pastilla de la alergia por si es una reacción y me la ha aceptado. Así que le he dicho que en seguida bajaba. Me he cambiado, puesto unos pantalones de estar por casa y he bajado con un par de pastillas. Y hemos estado hablando un poco. He pasado un rato allí, no se cuánto, algo más de media hora seguramente. Y he tonteado. Lo reconozco. Me he mordido el labio, le he mirado a los ojos y luego esquivado la mirada... ¡he mordido el llavero! Y la mayoría del tiempo me salía solo... Qué vergüenza me doy ahora.
Le han vacilado los porteros del bar siguiente. Él se ha acercado a decirles algo y ahí había un cachondeíto... Ha llegado un borracho y ha intentado ligar conmigo. Este que se había alejado dos metros estaba descojonao. Pero vigilando que no me molestase. Me ha gustado.

Al poco he dicho que iba a subir e intentar dormir, o algo. Al fin y al cabo ya había bajado, hablado con él, hecho el ridículo tonteando... mi movimiento estaba expuesto. El me ha tocado en el hombro mientras se despedía. Que descanse y tal... ¡No quiero descansar! ¡quiero que me pidas el teléfono, me invites a desayunar o me digas que estás casado, melón!

Y eso es todo. Que tenía que contar que me cuesta salir de mi zona de confort de coleguita que no folla.

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