05 marzo 2015

Las promesas no pagan alquileres

No sé qué escribir hoy, sólo sé que lo tengo que escribir, porque me siento frustrada, y al menos, así me puedo deshacer en parte.

Volvemos al tema de Xxx. Tenía la exposición de méritos en un tribunal como primer paso a conseguir su puesto de funcionaria. Había cinco miembros y tres puestos por su jefe. Estaba cantado.

Pero... uno de los tres le ha "traicionado". Ella siente la traición como propia, aunque yo le haya dicho que ella no ha sido traicionada, sólo su jefe. Es la primera vez que le veo tener una reacción no razonada, porque no me ha dado la razón. Dijo que con ese miembro había hablado un par de veces y que le caía bien. Eso no es suficiente, pensé, pero tampoco era cuestión de seguir presionando. Que alguien te quiera hacer un favor es un gesto de amistad muy profunda.

También le ha molestado porque su jefe y el miembro tiene una amistad que viene atrás de años. Le he dicho que bueno, pero que todas las relaciones tienen altibajos, y que ella no sabe en qué momento están precisamente ahora. Faltaría más que además de su trabajo tuviera que llevar la cuenta de las relaciones personales de su jefe, pero que parece que hay una razón detrás que ella nunca llegue a saber.

No le ha gustado lo de los altibajos, no le ha gustado que haya razones que ella no tiene por qué saber nunca. Tampoco le hubiera gustado lo que me mordí. Aquí el único que ha incumplido algo a ella es su jefe. Si quiere pedirle cuentas a alguien, tendrá que ser a él.

Diría que incluso está algo molesta por el mail que me mandó. Después, la llamé. Estuvo quejándose un rato, y yo me mordí la lengua. Las promesas no pagan alquileres (ni hipotecas). Creo que sigue sin estar de acuerdo conmigo en ponerlo todo sobre papel, pero igual empieza a entender mi criterio.

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