29 mayo 2013

Confundida

Vino el mexicano y se fue. Y yo me he quedado bastante liada.

Al principio todo bien. Él estaba normal, me besaba, me abrazaba Yo, por eso de que siempre se ha quejado de que soy fría, le correspondía. Le abrazaba, era cariñosa, no sé. Al fin y al cabo, me había venido a visitar. De veras que lo único que dije que pudo molestar su sensibilidad fue que no apoyo a Ada Colau.

Pues con los días se fue enfriando. No correspondía a mis abrazos, ni cosas así. No era él. Creo que ya no le gusto. Vale, el mexicano nunca fue demasiado mío. Pero me frustra pensar que cuando pasaba de él se la pasaba mimándome, y que cuando me esfuerzo un poquito por ser agradable, pasa de mí.

Si por lo menos me dijera qué salió tan mal. Por aprender, que no me lo voy a tomar como una crítica. Le pregunté pero no soltó prenda. Era como que le incomodase mi cambio de actitud.

A pensar en otra cosa.

No hay comentarios: