- Período de carestía de pedidos, durante la cual se congelan las contrataciones, llegando a situaciones muy límites.
- Proyección de negocio. La perspectiva de conseguir una nueva fuente de ingresos consigue que la empresa pretenda lo imposible: que se trabaje más de 14 horas al día. Cuando se dan cuenta de la imposibilidad de que el día tenga 30 ó 40 horas, se abre la mano para las contrataciones.
- Atracón de contrataciones. Necesitamos cubrir puestos de trabajo ¡YA! Los procesos de selección son cortos y caros, y hasta cierto punto, aleatorios. Se utilizan head hunters para agilizar procesos, con el consecuente encarecimiento. Se pretende que los nuevos trabajadores conozcan el producto incluso antes de empezar.
- El negocio que se pretendía conseguir suele reducirse a algo más tibio que lo que al principio se esperaba.
- Para proteger beneficios, despedimos a los trabajadores en otro proceso muy rápido, aleatorio y en ocasiones caros, pues los que se quedan deciden, a veces, pirarse. Sobre todo cuando ya han visto a la empresa llevar estos procesos varias veces y saben la poca seriedad con los que se llevan a cabo.
Mi recomendación final. Si tienes que trabajar en esta empresa, pide mucho dinero y protege tus beneficios. En ocasiones es interesante porque te ofrecen un trabajo cuyo nombre va a lucir en tu CV. Pero no te ciegues.
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